Sí, sí, ya lo sé, estas cosas ya no deberían afecarme...
Pero no puedo evitarlo.
Siempre estoy dándole consejos a Jean Grey y a Gámbito sobre lo fuertes que tienen que ser, lo mucho que valen por sí mismos... pero ya se sabe siempre se dan los consejos que uno menos puede seguir.
Y aquí me encuentro, como un gilipollas, como uno de los nuevos alumnos de Charles, esperando a que me llamen para ponerme el uniforme y salir pitando.
Y aunque anoche, al apagar el intercomunicador me dije hasta aquí has llegado James esta mañana he vuelto a caer.
Hoy estoy de bastante mala hostia (eso y que el transporte de Westchester County llegue cada día un par de minutos más tarde).
La mañana además se plantea serena, tranquila... lo que se traduce en demasiado tiempo para pensar.
Esta tarde espero estar ya más despejado, hostiaya.